Pequeña, vivaz y tremendamente carismática, la Pyrrhura molinae —conocida como conuro de mejillas verdes— se ha ganado un lugar de honor entre los aficionados a las psitácidas. Su tamaño compacto, su voz relativamente discreta y su marcada curiosidad la convierten en una compañera ideal para quienes buscan un ave activa, sociable y amante del juego destructivo. A continuación encontrarás todo lo necesario para recrear su hábitat, planificar su dieta y mantenerla sana y entretenida durante muchos años.
Distribución geográfica
Antes de introducir un conuro en casa conviene conocer su origen para entender sus instintos. La Pyrrhura molinae es nativa del centro de Sudamérica, donde recorre las copas de los bosques brasileños y las selvas subtropicales de Bolivia, Argentina y Paraguay. Allí disfruta de una humedad constante, temperaturas templadas y abundante vegetación, factores que marcan sus necesidades de clima y actividad en cautividad.
- Hábitat natural: bosques tropicales y subtropicales, bordes de zonas húmedas.
- Países de origen: Bolivia, Brasil, Argentina y Paraguay.
Características físicas y esperanza de vida
Entender las proporciones y la longevidad del conuro de mejillas verdes te ayudará a elegir la jaula, los juguetes y la alimentación adecuados desde el primer día.
- Tamaño: 25–26 cm de longitud, cola larga incluida.
- Peso: 60–80 g en adultos sanos.
- Vida media: 12–15 años; puede alcanzar 18–20 con dieta equilibrada y revisiones veterinarias.
A continuación, te muestro a dos pequeñas pyrrhuras:

Requerimientos ambientales
Recrear las condiciones de la selva húmeda en miniatura es vital para que tu conuro mantenga su plumaje brillante y su ánimo despierto.
Los cotorritos de mejillas verdes necesitan un ambiente templado de 22–28 °C con 50–70 % de humedad. Una jaula amplia —mínimo 80 × 50 × 80 cm— y 2–4 h de vuelo supervisado al día previenen el sobrepeso y estimulan su musculatura. Añade múltiples perchas naturales, zonas de forrajeo y juguetes rotatorios para mantener su mente ocupada.
Sociabilidad y comportamiento
El conuro de mejillas verdes es un torbellino sociable que demanda interacción diaria. Forma vínculos intensos con su humano o con otro ejemplar; si no recibe atención constante puede desarrollar celos o picaje. Adora los baños frecuentes y los juguetes que pueda destruir (ramas frescas, tiras de cuero vegetal, cartón sin tinta). Con un programa de entrenamiento en positivo, aprenderá trucos sencillos y disfrutará subido a tu hombro sin mostrar agresividad.
Nivel de vocalización
Una ventaja notable de la Pyrrhura molinae frente a otras especies de conuros es su volumen contenido. Su vocalización se sitúa en un rango bajo a moderado: no emite gritos estridentes como los Aratinga, pero sí puede hacerse oír si se aburre o siente soledad. Comprender sus patrones de llamada —sobre todo al amanecer y al anochecer— te ayudará a anticipar sus necesidades y reducir el ruido.

Riesgos comunes de salud
Con una rutina de higiene y buenos hábitos de alimentación evitarás la mayoría de sus patologías frecuentes:
- Picaje por estrés: proporciona estímulos y compañía.
- Problemas hepáticos: controla grasas y carbohidratos, evitando semillas como base.
- Infecciones digestivas (Giardia): limpia bebederos y cambia el agua con regularidad.
Una visita veterinaria anual —o semestral si está criando— detectará a tiempo cualquier desajuste y prolongará su esperanza de vida.
La Pyrrhura molinae es un torrente de vitalidad y afecto que, con el entorno adecuado, se convierte en un miembro más de la familia: curioso, juguetón y sorprendentemente silencioso para su tamaño. Respeta sus necesidades de humedad, luz, vuelo libre y estímulos destructivos, y te recompensará con años de compañía divertida.