¿Alguna vez has observado en tu lorito unos tubitos blancos o azulados que parecen no querer soltarse y te has preguntado qué son esas vainas rígidas? Esas son las fundas de pluma o plumas en cañón, cápsulas de queratina que envuelven y protegen la pluma mientras crece. Durante la muda o el desarrollo juvenil, esas fundas deben abrirse de forma progresiva para liberar la pluma madura.
Si no lo hacen, pueden provocar picazón, molestias o incluso infecciones. A continuación te explico cómo reconocer el bloqueo de estas fundas, por qué sucede, cómo puedes ayudar a tu plumita y cuándo es imprescindible acudir al veterinario.
Señales de que hay una muda atascada o plumas bloqueada
Cuando una pluma no logra romper su funda, el lorito lo nota pronto y manifiesta signos claros. Antes de entrar en detalles, tómate unos segundos para observar el plumaje con calma. Busca irregularidades, zonas que parezcan “congeladas” en el tiempo mientras el resto muda con normalidad, o comportamientos repetitivos de picoteo. Esa vigilancia temprana es tu mejor aliada para evitar que un problema menor se convierta en una herida o una infección más grave.
Te voy a decir algunas cosas en las que puedes fijarte para identificarlo:
- Tubitos duros persistentes: fundas blancas o azuladas que no se desgajan tras varios días de muda.
- Plumaje desigual: áreas con plumas completamente desplegadas y zonas donde desaparece el plumón pero no aparece la pluma nueva, sobretodo en el caso de papilleros.
- Rascado obsesivo: el lorito utiliza pico o patas para frotar siempre las mismas ráfagas de plumaje, como si sintiera picor intenso.
- Irritabilidad al tocar: quejidos o retiradas del ave cuando intentas acariciar las zonas afectadas (cuello o alas).
- Fundas viejas y oscuras: vainas endurecidas, ennegrecidas o pegadas, señal de que su desprendimiento natural se ha interrumpido.
Si identificas uno o varios de estos indicadores, corres el riesgo de que la zona se inflame, se irrite o incluso se infecte. Una detección rápida evita que el lorito o papillero desarrolle comportamientos de picaje compulsivo y alivia su malestar de inmediato.
Causas frecuentes de un problema de fundas
Para desenredar por qué esas fundas no terminan de abrirse, hay que mirar tanto al ambiente como a la alimentación. Un loro sano y un entorno equilibrado suelen bastar para que la muda fluya sin ayuda. Pero cuando la humedad es demasiado baja, no recibe un acicalamiento asistido o le faltan nutrientes clave, las fundas se endurecen y se “pegan” al tallo de la pluma.
Así que anota bien y revisa estos puntos, ya que pueden ser la causa de problema de fundas en tu lorito:
- Ambiente seco: sin la humedad adecuada (ideal 60–70 %), la queratina de la funda no se reblandece lo suficiente para romperse.
- Falta de acicalamiento asistido: en libertad, padres o compañeros ayudan a retirar las fundas pero un papillero solo no cuenta con ese apoyo y puede experimentar en algunos casos esas situaciones.
- Déficit de nutrientes: la ausencia de proteínas de buena calidad, vitamina A, omega-3 o zinc durante la formación de la pluma compromete la elasticidad de la queratina, sobretodo en etapas de crecimiento como es el caso de los sus primeras mudas.
- Estrés o rutina irregular: cambios bruscos de temperatura o manejo excesivo alteran el ciclo de muda natural.
Comprender estas causas te permitirá corregir a tiempo factores ambientales y de dieta, evitando que las fundas se acumulen y molesten.
Caso real de una Pyrrhura que su pico le impidió liberar fundas
Wilfri, un papillero de siete semanas, sufrió una pequeña fractura en la punta del pico tras un golpe. Al no poder acicalarse correctamente ni abrir el pico con normalidad, las fundas de varias plumas quedaron atrapadas y endurecidas. Tuvimos que ayudarle con sesiones de humedad y masajes muy suaves, retirando poco a poco los fragmentos de vaina. Gracias a esa intervención controlada y a la recuperación del pico roto, Wilfri logró liberar sus plumas nuevas sin dolor y reemprender la muda con normalidad.
En todo momento, fue revisado y asistido por el veterinario, ya que se desconocía la causa de su lesión. Se adoptó ya con el pico oscurecido, desconociendo cómo podría haberse causado dicha fractura y la gravedad de esta. Su evolución del pico fue positiva, pero relentizó otros procesos como fue el caso de la muda de plumas.



Cómo ayudar a liberar fundas de forma segura
Antes de intervenir, revisa la causa (humedad, acicalamiento o nutrición) tal como hemos explicado anteriormente. Si tras ajustar esos factores aún ves fundas atascadas y ya se ha descartado enfermedad o patología por parte de un profesional, entonces puedes apoyar a tu plumita con este protocolo, cuidando siempre de no someterlo a estrés:
- Incrementa la humedad
- Coloca al papillero en un espacio con 60–70 % de humedad o rocía ligeramente el área con agua tibia.
- Calor suave y breve
- Aplica una toalla húmeda y templada sobre la zona durante 1–2 minutos para ablandar la queratina.
- Masaje delicado
- Con la yema de los dedos o una gasa húmeda, realiza movimientos circulares muy suaves sobre la funda, sin apretar.
- Desprendimiento gradual
- Si la vaina cede, extrae un borde en la dirección de crecimiento de la pluma, retirando fragmentos pequeños cada vez.
- Higiene posterior
- Limpia con suero fisiológico o agua estéril para evitar infecciones.
Mantén la calma durante todo el proceso, tu lorito necesita que le transmitas esa calma. Si el lorito muestra signos de estrés (jadeos, aleteos nerviosos), interrumpe y dale un descanso antes de continuar. Es muy importante no forzar la situación.
Recuerda siempre que un especialista en aves exóticas dispone de herramientas estériles y técnicas de microcirugía aviar para extraer las fundas de forma segura y pautar cualquier tratamiento complementario, garantizando la recuperación completa de tu pequeño plumita.